domingo, 28 de julio de 2019

LOS KOSÑIPATA Y LA CONSERVACIÓN DEL AGUA Y LA BIODIVERSIDAD


EXTINCIÓN DE GUANACOS EN EL PERÚ.


Conservación
Los últimos guanacos del Perú
Según el último reporte del Gobierno, el guanaco está en peligro de extinción. Sin la atención que concita su apreciada prima la vicuña, diezmado por la caza furtiva, apenas sobreviven poco más de 3 mil. Su último refugio es la Reserva Nacional de Calipuy, donde los guardaparques del Sernanp luchan por evitar su desaparición.
Óscar Miranda
Domingo, 18 de Noviembre del 2018
El macho nos está mirando.
Estamos a unos 50 metros, al otro lado de esta pequeña hoyada, observando cómo se alimentan sus dos hembras y sus tres crías: su pequeña familia. Separado del grupo, medio oculto entre los matorrales, el macho nos está mirando.
–Es un garitero– me dice Fredy Abanto, jefe de la Reserva Nacional de Calipuy, donde estamos. –Así les dicen a los machos que vigilan: gariteros.
Tiene el pelaje dorado, las orejas paradas y el cuello erguido con una singular elegancia. Es un ejemplar hermoso.
Mientras Michael les hace fotos, junto con Fredy y los guardaparques Iván, Mónica y Emiliano, contemplamos a la familia en silencio, en medio de esta pampa llamada Guanacón, a 3,600 metros sobre el nivel del mar, rodeados de paguas, calachugos y rocas que parecen antediluvianas.
Resulta extraño pensarlo. Pero estos bellos animales que pastan tan tranquilos, tan ajenos a la locura del mundo, están desapareciendo.
El último refugio
Según el Libro Rojo de la Fauna Silvestre Amenazada, presentado hace unos meses por el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), en el Perú hay 64 especies de animales categorizadas como En Peligro Crítico, lo que significa que enfrentan un grave riesgo de extinción. Diez de esas especies son mamíferos y de ellas, quizás la más emblemática es la Lama guanicoe. El hermoso pero olvidado guanaco.
El biólogo Domingo Hoces, uno de los peruanos que mejor conoce la problemática del guanaco, calcula que quedan poco más de 3 mil individuos. Algunos cientos en Arequipa, otros cientos en Pampa Galeras (Ayacucho), unas cuantas decenas en la sierra de Lima, Ica, Huancavelica, Tacna y Puno.
El lugar con la mayor población de guanacos en el Perú es la Reserva Nacional de Calipuy, entre los distritos de Chao y Santiago de Chuco, en el departamento de La Libertad.
En Calipuy hay actualmente 1,467 guanacos, de acuerdo al censo que hicieron en mayo los guardaparques del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp). Cuando Fredy llegó, en 2009, había poco más de 400.
Por eso estamos acá. Para conocer qué es lo que se ha hecho hasta ahora y qué es lo que se podría hacer para salvar a la especie de su desaparición.
Cazado por diversión
Avanzamos hacia un pradito verde, donde un grupo de guanacos se da un banquete. Fredy me cuenta que a los guanacos se les puede encontrar en grupos familiares, en tropillas de entre 20 y 30 juveniles y como machos solitarios, por lo general expulsados de su familia por otro macho. Pueden llegar a medir hasta 2 metros de altura y viven entre 20 y 25 años.
Una de las primeras cosas que hizo el jefe de la reserva cuando llegó fue replantear la relación con las comunidades aledañas. Hasta entonces, los ganaderos aprovechaban los pastizales del área para llevar a sus reses, ovejas y cabras.
Fredy formó comités de vigilancia: sus miembros podían aprovechar los pastos, pero tendrían que ayudar a los guardaparques en los patrullajes. Los comuneros aceptaron.
Gracias a esta alianza, en los últimos años se han reducido las incursiones de cazadores, taladores y mineros ilegales en la reserva, un problema que antes era un dolor de cabeza para los guardaparques.
Gabriel Paredes, un vecino de la comunidad de Cusipata, me cuenta que hasta hace solo 10 años la cacería del guanaco –y del venado– era práctica común entre comerciantes que vendían su carne en el mercado de Chuquicara, ya en el departamento de Áncash.
Hace tiempo que no se ven cazadores, pero eso no significa que estos no ingresen. En julio, el guardaparques Iván Melgarejo halló el cuerpo de un guanaco con tres balazos. Sus asesinos se habían llevado las patas y dejado lo demás. El jefe de la reserva informó de los hechos a la Fiscalía de Medio Ambiente de Trujillo.
Domingo Hoces dice que la cacería furtiva es la principal causa de la desaparición del guanaco. Los cazan por su carne, pero, sobre todo, por deporte. Los trabajadores de las mineras y los destacamentos de militares y policías cercanos los cazan por diversión. Otro factor es el avance de los cultivos agrícolas, que va cercando cada vez más sus territorios.
–El problema es la falta de información– sostiene. –Los cazadores no saben que están matando a un animal que está protegido. No saben que quizás están matando a los últimos que hay en esa zona.
Compromiso comunal
En un imponente roquedal que parece un escenario de El Señor de los Anillos encontramos la guarida de un puma.
El puma no está, pero están los restos de su cena de anoche: los huesos de un guanaco. Más allá, los de un venado. La Reserva Nacional de Calipuy, creada en 1981, también es hogar de otras importantes especies amenazadas, como el oso, el zorro y el gato andinos. Cóndores. Vizcachas.
El guardaparque Emiliano Martínez cree que la principal razón de que haya aumentado la población de guanacos en Calipuy es que las comunidades han aprendido a valorar la importancia de la reserva.
–Si no concientizas a la población, no haces nada– dice. –Si no lo haces, así pongamos 100 guardaparques acá, los ilegales van a entrar.
El Sernanp ha incentivado a los comuneros a formar asociaciones de productores conservacionistas y los ha ayudado a conseguir financiamiento para proyectos de cultivos mejorados de papa y de crianza de cuyes.
Una señal del fuerte compromiso de los pobladores es que desde el año pasado se realiza aquí el Festival Regional del Guanaco, a propósito del censo anual de individuos. El evento está inspirado en el chaccu de vicuñas en Pampa Galeras, con la diferencia de que los guanacos no se reúnen ni se esquilan. Los guardaparques y los miembros de los comités de vigilancia se distribuyen en el territorio que ocupan los animales y los cuentan, durante todo un día. Los días previos y posteriores se festeja con comida y presentaciones artísticas.
Por un Proyecto Guanaco
¿Se puede salvar al guanaco? Domingo Hoces cree que sí.
Cree que el Gobierno debe poner en marcha un proyecto especial para proteger a esta especie, tal como se hizo en los años 70 para salvar a la vicuña. En ese momento, un convenio internacional entre Perú, Ecuador, Bolivia, Argentina y Chile propició campañas de información, trabajo con las comunidades, penas más severas para la caza furtiva y apoyo de la cooperación internacional, medidas que llevaron a que la población de vicuñas aumente de los aproximadamente 5 mil ejemplares que había en ese momento a los más de 200 mil que hay en la actualidad.
El guanaco no es la vicuña, sin embargo. Su fibra no es tan fina. Es como el pariente pobre de los cuatro camélidos sudamericanos (incluidos la llama y la alpaca). Y en el Perú puede que haya pocos, pero en países como Argentina y Chile hay cientos de miles. Domingo Hoces cree que ese puede ser un factor de que su situación no genere la alarma internacional que provocó la de la vicuña en su momento.
–Hay tantos guanacos en Argentina que quizás [su desaparición en Perú] no importa porque sobran guanacos– dice.
Eso es como resignarnos a su inminente extinción.
Pero no. Hoces cree que un proyecto especial que movilice a las autoridades involucradas, que informe a las comunidades que el guanaco es una especie protegida y que cazarlo es un crimen, podría detener su agonía. Lo mismo piensan Fredy Abanto y su equipo de guardaparques. Calipuy es un ejemplo de que el compromiso de las comunidades puede ayudar a revertir la tendencia. En eso pensamos mientras Michael fotografía a los últimos ejemplares de la tarde. En eso y en esa frase que repiten tanto los conservacionistas.
"El único disparo que debe recibir un animal es el de una cámara fotográfica".