"Día cero": 4 claves para entender por
qué Ciudad del Cabo puede ser la primera gran ciudad del mundo en quedarse sin
agua.
Muchos habitantes de Ciudad del
Cabo llevan días recogiendo agua de fuentes para tener provisiones de cara al
'Día cero' en que el suministro en los hogares será cortado.
A
partir del 1 de febrero, los habitantes de Ciudad del Cabo solo podrán utilizar
50 litros de agua al día.
Es
una de las nuevas restricciones que entrará en vigor para tratar de evitar lo que
se conoce como el 'Día cero': el momento en que por primera vez los grifos de
una gran ciudad del mundo podrían quedarse sin agua ante la falta de reservas.
Si
los niveles en las presas no mejoran, las autoridades pronostican que a partir
del 12 de abril la población tendrá que acudir a uno de los 200 puntos de
distribución de agua que se abrirán en la ciudad para recoger un máximo de 25
litros diarios.
"Tienen
que ahorrar agua como si su vida dependiera de ello, porque depende de ello
(…). Nadie debería estar duchándose más de dos veces a la semana", dijo la
jefa de gobierno provincial, Helen Zille, quien continúa convencida de poder
evitar la emergencia.
Pero
¿cómo es posible que la segunda ciudad más poblada de Sudáfrica y uno de los
principales destinos turísticos del mundo haya llegado a esta crisis que su
alcaldesa denominó como "punto sin retorno"?
1. La peor sequía del
siglo
La
ausencia de lluvias continuada en el tiempo es, sin lugar a dudas, uno de los
motivos principales por los que Ciudad del Cabo ha llegado a este punto.
Aunque Ciudad del Cabo está
rodeada de agua, muy poca se aprovecha actualmente para el consumo humano.
Después
de varios años consecutivos con escasas precipitaciones en medio de una de las
peores sequías del siglo en la región, los niveles de las presas de la ciudad
cayeron en picado.
Si
en 2014 se encontraban casi llenos, a inicios de este año estaban en el 28% de
su capacidad.
La
esperanza más cercana de que la situación pueda mejorar no llegaría hasta mayo,
cuando comience la temporada de lluvias.
Pero
pueden volver a no ser suficientes y, en todo caso, la crisis no se
solucionaría de manera inmediata.
"Llevará
varios meses que las presas comiencen a rellenarse aunque sea un poco, y años
antes de que se recuperen por completo", según publicó en el sitio Earther
Christian Alexander, especialista en sostenibilidad y planificación urbana
basado en Ciudad del Cabo
El
fenómeno meteorológico "El Niño" es el principal responsable de la
situación climática que afecta a la región, y que provoca que el extremo sur de
África se convierta en una de las zonas más secas.
El nivel de agua en la presa de
Theewaterskloof, la principal proveedora de Ciudad del Cabo, es crítico.
Sin
embargo ¿por qué Ciudad del Cabo llegó a esta situación de emergencia si el
fenómeno también afecta a otros países?
2. Aumento de la
población
La
principal explicación es el continuo aumento de la población que Ciudad del
Cabo experimentó en los últimos años.
Se
calcula que desde 1995 el número de habitantes creció en torno a un 80%, de 2,4
millones a los 4,3 millones que se estima viven en la actualidad.
La
capital acoge a cerca del 65% de toda la población de su provincia, Cabo
Occidental, donde las proyecciones también estiman que el número de habitantes
continuará creciendo en las próximas décadas.
También
cada vez son más los visitantes que convirtieron a Ciudad del Cabo en uno de
los principales destinos turísticos de toda África.
"El agua no es un
privilegio, es un derecho": ciudadanos de Ciudad del Cabo protestan estos
días por la gestión municipal de la actual crisis.
Parte
de la población local cuestionó que los turistas no fueran a contribuir al
ahorro de consumo de agua, pese a que la ciudad quiere que sigan las mismas
medidas y recomendaciones.
Pese
a todo, lo cierto es que los turistas internacionales suponen solo el 1% de la
población de Ciudad del Cabo en temporada alta, según la agencia promotora de
turismo provincial Wesgro,
3. Escasez de fuentes
alternativas
Frente
a este aumento de la demanda de agua por parte de una población que casi se
duplicó en dos décadas, las infraestructuras y la provisión de fuentes
alternativas en la zona no parecen haber avanzado a la misma velocidad.
Es
cierto que se realizaron obras importantes, como la inauguración en 2009 de la
presa del río Berg que aporta casi el 20% de capacidad de la red local de
suministro de agua. Los muros de otras presas fueron elevados para aumentar su
capacidad.
Pese a las medidas puestas en
marcha, el nivel de agua en las presas que abastecen Ciudad del Cabo continúa a
la baja.
Las
autoridades iniciaron otros proyectos alternativos como plantas de
desalinización para hacer potable el agua del mar que rodea prácticamente todo
Ciudad del Cabo. También apostaron por sistemas de reciclaje de agua o de extracción
de agua subterránea.
Pero
la mayoría de estos proyectos aún se encuentran al 50% de su construcción, por
lo que muchos acusan al gobierno de no haber actuado con la previsión
suficiente para hacer frente a esta crisis en una zona ya afectada previamente
por otras sequías.
Según
el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) en
Sudáfrica, el aprovechamiento de los acuíferos que abundan en la zona puede ser
clave en este momento crítico.
"La
vida después del 'Día cero' presentará circunstancias excepcionales, y
esperamos que se establezcan reglamentos de emergencia para permitir usar y
compartir aguas subterráneas con los vecinos para más usos", dijo en un
comunicado.
Las autoridades de Ciudad del
Cabo están realizando perforaciones para aprovechar el agua subterránea de los
acuíferos presentes en la zona.
Según
WWF, en Ciudad del Cabo existen 22.000 perforaciones registradas que se
gestionan de manera privada.
Sin
embargo, el acceso libre a esta agua subterránea no dejaría de ser una solución
parcial, ya que no se puede utilizar para consumo humano sin un análisis y
tratamiento previo.
4. Falta de
concienciación
Aunque
el consumo de agua entre la población general se redujo en las últimas semanas,
parte de los habitantes se resiste a cumplir las medidas de ahorro impuestas
por el gobierno.
Según
los últimos datos, solo el 40% de la población limita su consumo de agua a los
87 litros diarios recomendados actualmente.
Está prohibido regar jardines con
agua municipal. Las familias más afortunadas que cuentan con tanques en sus
casas recogen el agua de lluvia para sus plantas.
Y
estas cifras no arrojan buenas perspectivas de cara al nuevo límite de 50
litros al día que entra en vigor el 1 de febrero.
Antes
de la crisis, los residentes de la urbe usaban entre 250 y 350 litros al día,
según el doctor Kevin Winter, del instituto Future Water de la Universidad de
Ciudad del Cabo.
Las
grandes diferencias en la cantidad de consumo entre zonas también son reflejo
de las desigualdades existentes en la ciudad.
"Los
asentamientos informales y empobrecidos, que constituyen la mayor parte de la
población, usan menos del 5% del agua municipal total", según el experto
en sostenibilidad Christian Alexander.
Si la situación no mejora antes
del 12 de abril, los habitantes de Ciudad del Cabo tendrán que acudir a puntos
colectivos de distribución de agua.
Las
tasas de consumo son desproporcionadamente más altas en los barrios más ricos,
de baja densidad y con muchas viviendas habitadas por una sola persona.
Serán
estos sectores de la población los que más notarán las restricciones a partir
del 12 de abril.
Para
las zonas más pobres de la periferia, donde se concentra gran parte de la
inmigración llegada de países cercanos, el 'Día cero' de consumo de agua es ya
una realidad desde hace años.
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